III Encuentro de Diseño Urbano

Presentación

Luego de haber realizado con éxito el “Primer y Segundo Encuentro de Diseño Urbano” en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, y en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía de la Universidad de Concepción los años 2011 y 2012 respectivamente, nos damos cuenta de la importancia y necesidad de generar continuidad en el debate acerca de la encrucijada en que se encuentran las ciudades actualmente. Más aún si consideramos que el factor urbano es fundamental en los niveles de desarrollo de las naciones a nivel global, y que en nuestro contexto latinoamericano y particularmente nacional, las decisiones tomadas en la ciudad, afectan el resto del territorio, por lo tanto, su importancia es vital para el futuro del país.Las grandes conurbaciones, como el Gran Santiago, Concepción-Talcahuano y Valparaíso-Viña del Mar, así como ciudades de escala intermedia y menor, han modificado drásticamente su paisaje urbano y cultural en las últimas décadas, asociándose a problemas tales como la segregación social, físico-social (gentrificación), la carencia de sistemas intermodales de transporte, la falta de accesibilidad, la mala calidad de infraestructura en áreas residenciales y la pérdida de circuitos urbanos interconectados, entre muchos otros. Todas estas dificultades han convergido en ciudades que no entregan una adecuada imagen urbana y no generan un sentido de pertenencia entre sus habitantes.

De estos desafíos en la planificación integral de ciudades para la primera mitad del siglo XXI, nos haremos cargo. Para nuestras facultades resulta esencial recuperar la posición del diseño urbano en el debate nacional, pues tenemos la convicción de que la academia tiene el rol de analizar críticamente la realidad con miras a proponer alternativas de desarrollo viables, y no sólo meras utopías. Creemos que el papel que el diseño urbano cumple, tanto como articulador entre arte y técnica, como el de vincular la arquitectura y el urbanismo, es fundamental a la hora de pensar en el espacio para la sociedad del presente y, especialmente, del futuro.

Para ello hacemos un llamado a académicos, profesionales y autoridades, vinculados al diseño urbano y la arquitectura, a exponer sus respectivos enfoques teórico-conceptuales y puntos de vista acerca de cómo estamos planteando nuestras ciudades en relación con los desafíos presentes y futuros.

Líneas temáticas del Encuentro

1. La forma, discusión pendiente en grandes proyectos, tal como en pequeñas intervenciones

No es posible entender la forma únicamente como el atributo plástico que poseen las obras de arquitectura o las intervenciones urbanas, sino más bien como los despliegues (o maniobras) que se realizan para encontrar una disposición que les permita adaptarse e implantarse en las estructuras preexistentes de la ciudad. Desde esta perspectiva, entendemos que la forma puede ser una herramienta muy importante, permitiéndonos aproximarnos de manera más certera y precisa en la ciudad que habitamos.

2. El espacio, soporte territorial o recurso promotor de proyectos
Definir el concepto de espacio hoy resulta difícil, sobre todo después de observar los modelos actuales de crecimiento y los procesos ligados a la urbanización, que han ido generando cambios radicales en la escala y habitabilidad del espacio urbano. En este nuevo periodo de comienzos del siglo XXI, la estructuración del espacio urbano responde todavía a los procesos de industrialización y modernidad: ciudades donde sus procesos espaciales siguen ligados a las autopistas y al automóvil, reforzando el crecimiento periférico y promoviendo la desigualdad social. Dicho esto, los debates sobre el espacio están ligados estrechamente con los procesos de trasformaciones urbanas y sociales que suceden en el mundo. Entonces, el desafío es hacer uso de los actuales procesos de transformación para lograr entornos urbanos más sostenibles, valorando del rediseño del espacio como vía posible para generar condiciones de mayor calidad de vida.

3. La relevancia del lugar significador de experiencias urbanas
El lugar tiene un rol fundamental en las ciudades contemporáneas. Los lugares se pueden volver fuente que dota de sentido a la vida urbana -transformándose en lugares icónicos para la comunidad-, observándose una fuerte vinculación entre los lugares icónicos y la identidad de la ciudad, sea éste un aspecto positivo, re-afirmante de la vida o negativo, fuente de conflictos. Por esta razón muchos estudiosos de la ciudad usan «lugar» para referirse a la significancia de lugares particulares para las personas. El lugar es un concepto central en la ciudad y debe ser entendido como un estado incesante de convertirse, y al ser distinguido por su significado subjetivo, examinar la manera en la cual es construido y diferenciado es de vital importancia.

4. Aspectos positivos y negativos de la ciudad chilena y latinoamericana
Sin duda el balance de la precariedad y la satisfacción en las ciudades chilenas y latinoamericanas es un dilema difícil de dilucidar. No obstante requiere ser problematizado para una mejor orientación en el provenir urbano. Sin duda hay efectos positivos cuyos resultados podemos experienciarlos hasta hoy, pero éstos conviven permanentemente con una condición sistemática de destrucción de la ciudad, la cual entendemos debe ser un soporte ideal de convivencia.

5. La coherencia con el contexto urbano de las investigaciones y prácticas arquitectónicas
La exigua investigación en materias urbanas es un hecho evidente, en la cual la relación entre la deficitaria investigación y las prácticas llevadas a cabo en la ciudad es aún más débil debido a que ambas caminan por senderos separados. Preguntarse por esta vinculación en el contexto de la ciudad, puede entregar soluciones más apropiadas para la realidad del debate urbano nacional.

6. Desafíos profesionales para la práctica en el diseño urbano y arquitectónico
Los tres aspectos –forma, espacio y lugar- exigen un nuevo compromiso del diseño a diferentes escalas, la construcción de nuevos campos de investigación y producción y la generación de conocimiento original. Asumir este compromiso requiere una reflexión sobre el estatuto epistemológico del diseño, como productor de conocimiento aplicado.